Cuando a mediados del 2018 Bernardo Alfaro dejó la Gerencia del Banco Nacional para asumir la conducción de la Superintendencia General de Entidades Financieras, la reacción generalizada fue de total naturalidad. Nadie reclamó falta de concurso u otros formalismos. Bastó con el currículum y su trayectoria para asumirlo como un ascenso personal natural y por lo demás conveniente para el sistema financiero.
Pero ahora que se anunció que dejaba la SUGEF para regresar al banco de sus amores, el mismo que había dejado dos años atrás, otro fue el cantar. Le cayó el chaparrón encima. A él y a la Junta Directiva del banco estatal más grande del país, el segundo más grande de Centro América.
El primero en reaccionar –con más vehemencia que la que le conocíamos- fue el ministro de Hacienda Elián Villegas. En su calidad de rector del Sistema Financiero (aunque ello no le otorga competencia sobre las decisiones de las directivas bancarias) Villegas reclamó falta de transparencia y conflicto de intereses. Y fue más allá, puso en el tapete nombres de otros banqueros que podían haber ocupado el cargo. Detrás del jerarca reaccionó el propio partido de gobierno y su fracción parlamentaria que señalaron el abusivo recurso de la llamada “puerta giratoria” para pasar de un cargo a otro “lesionando la independencia y facilitando la injerencia sectorial dentro de las entidades supervisoras”.
Y ahí sigue instalada la controversia. Porque no hay en la normativa costarricense para casos como este –aunque sí para otras instancias del ejercicio de lo público- delimitaciones expresas para evitar los posibles conflictos de interés que se presentan cuando alguien como el Superintendente General de Entidades Financieras con información calificadísima de todos los jugadores del sistema, pasa a jefear a uno de los supervisados.
Lejos de echar marcha atrás, Bernardo Alfaro confía en que su credibilidad le permita disipar a punta de solvencia ética, los cuestionamientos a su designación. Y por supuesto, la Junta Directiva, ha cerrado filas y no está dispuesta a ceder en su decisión unánime. Con el designado Gerente General del Banco Nacional conversamos en Hablando Claro.