Una “reactivación con transformación”. Más de medio centenar de economistas y profesionales de otras áreas, plantean que el sombrío panorama de una “tormenta perfecta” de crisis simultáneas confluyen junto con la pandemia, debe ser aprovechado por el país como la oportunidad para construir “una economía próspera, inclusiva y sustentable”.
Suena a un imposible; pero de acuerdo con la carta enviada por el grupo de ciudadanos al presidente de la república y a los diputados, antes que derrotarnos por la situación que nos agobia, debemos acelerar la velocidad adoptando medidas urgentes para solventar la crisis de salud pública, al tiempo que conjuramos la crisis fiscal y de endeudamiento, la crisis del sector del sector productivo y de empleabilidad, la crisis social y de empobrecimiento y, como si no fuera suficiente, también el pesado fardo de la crisis educativa.
A los diputados, los proponentes pidieron aprobar por lo pronto, el presupuesto extraordinario, la reducción de jornadas laborales de los empleados públicos de mayores ingresos, el crédito rápido otorgado hace ya meses por el Fondo Monetario Internacional, la ley de empleo público y la reforma a la ley constitutiva del Instituto Nacional de Aprendizaje.
Al presidente de la república, los peticionarios urgieron crear una comisión multisectorial de reactivación económica, un fondo nacional de avales para dar financiamiento para capital de trabajo y readecuación de deudas a empresas afectadas las la pandemia, acelerar los programas de facilitación de trámites, una nueva ley de garantías mobiliarias, también para salvar empresas y una coordinación efectiva con municipalidades y sector privado para abrir actividades económicas con criterios sectoriales y territoriales, sin dejar de lado la protección a la vida.
Con los economistas Juan Muñoz Giró y José Luis Arce en conocemos en detalle el ánimo de las propuestas que inspiran la iniciativa ciudadana de la carta pública a los poderes Ejecutivo y Legislativo.