En Costa Rica resulta carísimo comprarse un carro, pagar servicios de internet, adquirir un seguro, acceder a servicios financieros o simplemente comprar artículos de primerísima necesidad como la leche, el azúcar, el arroz o incluso el cemento.
Esto no es nada nuevo. Son realidades que atraviesan por décadas el agobiado bolsillo de los consumidores. Lo han dicho por años y con claridad meridiana el Estado de la Nación y otras investigaciones igualmente rigurosas, que incluso han convertido el esquema de comercialización del arroz en un caso de estudio para Latinoamérica.
En los últimos años, también lo ha puesto de relieve la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el denominado club de los países de las buenas prácticas, al que ingresaremos formalmente en próximos meses. Precisamente esta semana, la OCDE dio a conocer un nuevo análisis sobre la economía costarricense en el que una vez más remarca que la falta de normativa efectiva impide una competencia real que impacte precios a la baja. Por el contrario, dice el estudio, “una cantidad pequeña de empresas grandes domina la economía, lo que indica la necesidad de mejorar las regulaciones para promover un entorno empresarial más competitivo”.
El principio básico es que cuando se produce presión de los competidores en el mercado, las empresas establecen precios que reflejan los costos y eso beneficia a los consumidores. Por el contrario, cuando la competencia está ausente, las empresas ganan poder de mercado y juegan con precios más altos.
Por ejemplo, la experiencia en Costa Rica refleja como la apertura de las telecomunicaciones benefició particularmente a los hogares de ingresos más bajos.
Por el contrario, el ya histórico caso del arroz, el producto más protegido del país que consume el 70% de la población, tiene aranceles a la importación del 35%. Los aranceles son barreras de entrada al mercado que terminan limitando la competencia. “El mercado del arroz está altamente concentrado en 19 grandes agricultores que producen más de la mitad del arroz que se consume en el país”, reza el estudio OCDE.
¿Será posible vencer a los monopolios y oligopolios que lucran a costa de barreras con gran músculo político? Con el economista Víctor Umaña, avezado en temas de regulación de mercados y el abogado David Solano Ortiz, experto en promoción de competencia, conversamos en Hablando Claro.