Si por la víspera se saca el día, las múltiples deliberaciones que se requerirán para intentar alcanzar un acuerdo nacional para avanzar hacia una carta de intenciones de un posible convenio stand by con el Fondo Monetario Internacional, serán casi, casi, misión imposible.
La “víspera” por supuesto es el rechazo contundente en el Congreso unos días atrás del presupuesto extraordinario para financiar una parte de los bonos Proteger y otra de la deuda que asumió el Ejecutivo con la Caja del Seguro Social, cuando se redujeron los aportes obrero patronales para enfrentar el freno abrupto a la economía que empezó con la declaratoria de la emergencia nacional en marzo pasado.
Probablemente no hemos dimensionado todavía adecuadamente que, por las razones que quieran argumentarse (válidas o no, según el cristal con que se miren) el rechazo a ese presupuesto dice mucho más de la compleja y fragmentada realidad política que tenemos instalada en Cuesta de Moras y también, claro está, en todos los grupos de poder que están intentando halar para su saco, perdiendo de vista el delicadísimo momento que vivimos. Por la pandemia, claro que sí. Pero por la crítica situación de unas finanzas públicas en estado de total deterioro.
Para que todos lo entendamos, el economista y profesor universitario Juan Muñoz Giró, asegura que la economía costarricense está en una UCI y el ventilador de asistencia que tiene conectado no está en buenas condiciones. Así de simple. Así de serio.
El caso es que vamos al parecer indefectiblemente, a necesitar un acuerdo con el FMI y para hacerlo nos trenzaremos en un pleito de muy mal augurio. Y no es que seamos pesimistas. Es que somos realistas. Los canales de diálogo y negociación entre Zapote y Cuesta de Moras no pasan por su mejor momento, ni cosa que se le parezca. La Asamblea transita aún por el choque de placas del primero de mayo. El ministro de Hacienda apenas toca base pues llegó de tercero a sacar agua del bote. Y el ministro de la Presidencia, ha cometido varios (muchos para tan pocos días en el cargo) excesos verbales.
¿Cómo conducir debates para forjar acuerdos en este estado de fragmentación, crispación, intereses y brújulas diversas? En Hablando Claro conversamos de política y economía con el exviceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez.