Cuando el presidente del Banco Central dijo hace un par de semanas atrás en un foro académico especializado que eventualmente nos tocaría enfrentar un aumento en los impuestos, las reacciones airadas de tirios y troyanos no se hicieron esperar. Pero la realidad es tercamente dura. Aunque no nos guste que nos la digan.
Lo cierto es que un aumento en los ingresos frescos, tanto como un recorte significativo del gasto público (y para que sea significativo deberá incluir venta de activos) es a lo que vamos; pues nuestras opciones se fueron limitando a tal punto que ahora, no nos quedó más remedio que tocar la puerta del Fondo Monetario Internacional en pos de un “Acuerdo de Derecho de Giro”.
Conocido popularmente como “Acuerdo Stand By” se trata de un instrumento crediticio que emplea el FMI para otorgar recursos a países que enfrenten necesidades de financiamiento externo “con sujeción a las políticas del Fondo”. La duración del acuerdo generalmente abarca de 12 a 24 meses, pero puede extenderse a 36.
En nuestro caso, la negociación ya se inició y podría implicar un acuerdo por 2,250 millones de dólares para apuntalar las alicaídas finanzas públicas.
Ahora todas las interrogantes están abiertas. Las más inquietantes tienen que ver con qué venderemos, qué tipo de reorganización del aparato público institucional sería posible, ¿a cuánto debería aumentarse el impuesto del valor agregado o si optaríamos por modificar otros gravámenes? En pocas palabras, ¿cuáles serán los condicionamientos que tendremos que acordar como país a cambio del financiamiento externo que necesitamos?
Como se sabe, el FMI no le dice a un país qué recortes debe hacer o qué ingresos frescos debe proveer, sino cuáles metas debe alcanzar para acceder al multimillonario financiamiento. En nuestro caso, según se adelanta ya, la meta será llevar el endeudamiento público del 76% actual al 50% del Producto Interno Bruto; lo cual implica un enorme (y al parecer inevitable) sacrificio.
Aún no sabemos nada o casi nada del tema, pero en adelante será pan de cada día y por ello, en Hablando Claro empezamos una serie de abordajes sobre el camino para llegar al acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional. Y lo hacemos con los economistas y profesores universitarios Juan Muñoz Giró y José Luis Arce.