“Nuestro principal riesgo sanitario en este momento es el alto nivel de circulación del virus que existe en Nicaragua... tenemos que ser muy diligentes”. Lo sabíamos. Pero una cosa es tenerlo presente desde hace meses como advertencia y otra muy distinta es que la sentencia fuese hecha efectiva este miércoles por el Ministro de Salud Daniel Salas.
Claro que no se trata de evadir la propia responsabilidad en el acecho innegable desde el otro lado de la frontera norte. Debemos seguir evitando todo lo posible el contagio comunitario local con las medidas de distanciamiento físico, las burbujas sociales y los protocolos de aseo de manos y de estornudo y tos; porque la realidad dicta que caminamos en la cuerda floja. El mismo jerarca indicó que ya no es realista mantenernos por debajo de 10 casos diarios.
Los pacientes han ido ascenso y solo en tres días registramos 54 positivos para acercarnos a nuestro primer millar de contagios (984). En las última jornada de los 28 casos, 7 fueron extranjeros, que ya suman por cierto 180 del total. En esa misma línea el titular de Seguridad Pública -otra pieza neurálgica del engranaje de control sanitario- detalló que han sido ya 13,111 los rechazos en frontera, especialmente en el norte; en promedio 200 al día.
Costa Rica resiste. ¿Cuánto tiempo? ¿Cómo mantener la eficacia de las medidas si cada vez será mayor la presión de nicaragüenses intentando huir de su país y nuestros efectivos son limitados y además están cansados y requieren relevo y recarga de energías? Además ¿cómo convencer a los Ortega Murillo de hacer algo por su propia gente si no tienen control de nada y ni siquiera sus pauperizados equipos médicos tienen insumos de protección y capacidades de atención? Y dado que el Ministro de Salud anunció que es probable que algunas zonas del país no sean habilitadas en la segunda fase el plan de flexibilización que inicia el primero de junio, ¿podríamos ir hacia el establecimiento de una especie de segunda frontera en la zona norte?
Con las especialistas Guiselle Herrera Jefe de Epidemiología de la Caja Costarricense del Seguro Social y Ana Morice ex viceministra de Salud y consultora independiente, conversamos en Hablando Claro acerca de los delicados escenarios de nuestra coyuntura sanitaria.
