Entramos a la última semana de mayo con un ambiente político tupido de discusiones pequeñas y grandes que tienen que ver con lo inmediato y con el rumbo al que queremos llevar a este país. El estado de emergencia por la enfermedad de COVID-19 no ha cambiado, pero empiezan a formarse focos de cansancio y de cuestionamiento a medida que crece el hueco en la economía y en el empleo sin saber dónde está el fondo.
El Gobierno se ha movido, hay que reconocerlo. Y cada acción suya tiene una reacción o muchas. Algunas de estas corrigen con responsabilidad y otras, como siempre en la historia, se promueven con calculadora politiquera en mano.
Así en enmarcar iniciativas de ley como la de empleo público, la que congela el pago de anualidades a funcionarios o la que salva de la regla fiscal a las municipalidades, ya aprobada por los diputados y firmada por el presidente Alvarado. Está en el aire la también posibilidad de nuevos impuestos o de reformas en pensiones.
En el fondo de todo está la pregunta de quién debe pagar la factura por lo que nos comimos desigualmente en el pasado, por el esfuerzo de estos meses (y los que faltan) para combatir al coronavirus y por los salvavidas que el Estado lanza a cientos de miles de personas en peligro de ahogarse por el impacto económico de la emergencia.
Todo se cuece en nuestra democracia con sus virtudes y defectos, cada vez más dependiente de quién lleve la manivela, porque hasta el más disperso podría notar que la Asamblea Legislativa es otra desde el 1º de mayo, cuando cambió su directiva.
El diputado liberacionista Carlos Ricardo Benavides no es ya el presidente legislativo y eso le permite hablar más suelto desde la llanura. Talvez eso ayudó a su mensaje maduro y claro de la semana pasada sobre el matrimonio igualitario que entra en vigor este martes después de casi 20 años de rondar la discusión política. Con Benavides y su nueva condición de diputado “raso”, pero también con el acervo de haber conducido el Congreso en el último año, encuadramos el momento político y las discusiones vigentes en los económico.