Es imposible imaginar hoy, en pleno desarrollo pandémico, cómo será el mundo pos coronavirus. Pero sabemos que no será el mismo que conocimos. En palabras del nonagenario ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger, estamos viviendo “un momento que definirá una época”.
Claro que nos resulta difícil dimensionar lo que está ocurriendo. Gestionamos hoy el día a día. Junto con el almuerzo en casa, esperamos con ansias las estadísticas cotidianas de las autoridades locales y escuchamos atentos en los noticieros y en los chats de amigos y familiares, cómo avanzan los demás países del orbe en sus respectivas luchas.
Junto a la batalla férrea contra el Covid19, vamos asistiendo también a la enorme destrucción económica que trae aparejado. Por ahora, sin embargo, se trata de salvar vidas para minimizar en lo posible el impacto socio emocional de este terremoto global.
De acuerdo con Kissinger en “La Pandemia del coronavirus transformará para siempre el orden mundial” publicado este lunes por The Wall Street Journal (Henry Kissinger: La pandemia del coronavirus transformará para siempre el orden mundial – América 2.1), “la agitación política y económica que ha desencadenado (la pandemia) podría durar generaciones”. Él plantea que además de la investigación científica colaborativa para el futuro y la reconstrucción de la economía mundial también será especialmente desafiante defender y mantener los valores democráticos, tal como los conocimos desde la Ilustración.
“Un retroceso global del equilibrio entre el poder y la legitimidad hará que el contrato social se desintegre tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, esta problemática milenaria entre la legitimidad y el poder no puede resolverse a la vez que ponemos todo el esfuerzo en superar la plaga del Covid-19. Hace falta moderación en todas las partes, tanto en la política nacional como en la internacional. Hay que establecer prioridades”.
Y esto es lo que empezamos a tener claro. Que nada pareciera será lo que fue hasta ahora, y que tendremos que hacer un gran esfuerzo como humanidad para que, esta conculcación necesaria y obligatoria de las libertades no sea otra víctima pos coronavirus. Es decir, que aquellos que hemos tenido dadas las libertades no las perdamos y que aquellos que las buscaban no pierdan, también esa lucha.
¿Cómo hacerlo? ¿Y cómo hacerlo en un nuevo orden mundial que no sabemos cómo se re articulará luego de esta pandemia? Conversamos con Eduardo Ulibarri, periodista y exembajador de Costa Rica ante las Naciones Unidas.