La curva de casos de Covid19 aumentó en 22% de un día para otro. De 41 casos pasamos a 50. La epidemia sigue su curso. Claro que todos tenemos más preguntas que respuestas, pero sí sabemos que dependemos de nuestra auto contención, de nuestras responsabilidades (y claro, posibilidades según el oficio o profesión que desempeñemos) para adoptar el necesarísimo aislamiento social y evitar así una explosión de contagios. Todavía, dicen los expertos, tenemos opción de evitar el caos de un descontrol.
Lo que es inevitable ya es el severo contagio que padece nuestro pequeño, abierto e interdependiente ecosistema económico. Los tratamientos llamados “contra cíclicos” ya empezaron, aunque se requerirán dosis extras y medicinas más amargas en las próximas semanas y meses.
Para empezar podemos dimensionar lo relativo que resulta todo según las circunstancias. Hace un mes la mitad de la clase política discutía con la otra mitad por la severidad de la aplicación de la regla fiscal. Ahora, si por la víspera se saca el día, pareciera que no hay muchas dudas de su inaplicabilidad en tiempos de pandemia.
Por otra parte, para paliar el abrupto frenazo de muchas actividades económicas, el Banco Central y Conassif anunciaron medidas para disminuir las tasas de interés y propiciar las readecuaciones de los créditos de todo tamaño hasta junio del 2021. Un respiro sin duda frente al pavor que genera el impago.
Pero hay muchas otras medidas en curso; como las relativas a las flexibilizaciones en los contratos de trabajo para evitar los despidos, los subdisios, las moratorias temporales en el pago de impuestos y la flexibilización temporal de obligaciones con la Seguridad Social que, paradójicamente, requiere muchísimo de todos los recursos posibles. De economía y contagio conversamos en nuestro Hablando Claro con el titular de Hacienda Rodrigo Chaves.