Un hecho inédito y por tanto, histórico: el Gobierno de la República decretó este lunes el estado de emergencia nacional. Esta herramienta excepcionalísima permitirá avanzar con las medidas de control sanitario y contención de las consecuencias con el sentido de urgencia que la situación plantea. Se decreta entonces la suspensión del curso lectivo hasta Semana Santa y su extensión posterior hasta mediados de diciembre.
Pero lo más impactante sin duda, es la suspensión de ingreso a territorio nacional de las personas extranjeras a partir del miércoles 18 de marzo y hasta el domingo 12 de abril. Un freno en seco para nuestra actividad turística y muchas actividades correlacionadas.
Horas más tarde el Banco Central anunció la reducción de la tasa de política monetaria de 2.25 a 1.25 y el Consejo Nacional Supervisión de Entidades Financieras abrió las válvulas para que sea posible la readecuación de todos los créditos desde ahora y hasta junio del próximo año.
En paralelo el Ejecutivo modificó su lista de prioridades convocando a Extraordinarias solo proyectos de ley relacionados con la emergencia y los diputados pondrán el hombro para sacar legislación urgente. Pero, si bien las medidas económicas son urgentísimas, no olvidemos que lo primero es salvar vidas. Tenemos (16 de marzo) 41 casos confirmados. ¿Cómo soporta (y soportará) nuestro sistema de control epidemiológico y hospitalario en general la demanda de servicios? ¿Cómo responde nuestro ejército de especialistas y profesionales del sector salud?
Conversamos con Román Macaya, el Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social, nuestro buque insignia en la lucha sanitaria.