Nadie ha dicho que las medidas anunciadas el lunes por el titular de Hacienda para reducir deuda y déficit no sean buenas medidas. El asunto es ¿Cuán insuficientes resultan y cuán realistas son los plazos que se estiman para alcanzarlas?
En todo caso, tras la comparecencia del jerarca ante el Plenario Legislativo, la discusión se ha centrado con particular énfasis en cuáles serán los parámetros de aplicación de la muy temida (y al parecer inevitable) regla fiscal. Una herramienta de freno al gasto corriente que tiene serias implicaciones para la economía, pero que forma parte de la socada de faja a la que estamos obligados por el peso inmenso de la deuda que tenemos y el déficit que arrastramos.
Hacienda quiere aplicar la regla sobre el plan de gastos aprobado por la Asamblea Legislativa y la Contraloría (y no pocos diputados) estiman que la regla debe ser mucho más rigurosa; tomando como parámetro el presupuesto devengado, es decir el presupuesto que se llegue a gastar realmente durante el año en curso. La diferencia no es poca cosa, pues según Contraloría andará por el orden de 433 mil millones de colones; un punto del Producto Interno Bruto.
Pero este no es solo un pulso entre órganos de decisión política locales. Dado que todo lo que hacemos o dejamos de hacer está siendo cuidadosamente observado por los organismos internacionales y prueba de ello fue nueva baja en la calificación de Moody´s, ¿Cómo haremos para recuperar la confianza y generar algo de credibilidad respecto de nuestros propósitos de enmienda?
Si resulta inevitable comprometernos a un déficit bastante menor del presupuestado para este año ¿Qué tendremos que sacrificar más, siendo que no podemos dejar de honrar los intereses de nuestras deudas? ¿Serán acaso las remuneraciones? ¿Será el empuje de las obras de infraestructura? Y cuándo se plantea nuevamente “revisar las exoneraciones” ¿Será acaso que por fin le entrarían el Ejecutivo y el Legislativo a las grandes cooperativas? En Hablando Claro conversamos con la ex contralora y ex ministra de Hacienda Rocío Aguilar Montoya.