Pompeo vino a la suyo. El Secretario de Estado de la Administración Trump pasó como una exhalación por San José y dejó planteados varios dardos: que debemos apoyar la nueva reelección de Almagro al frente de la OEA, que revisará “cuidadosamente” la solicitud para que se reconsidere nuestra calificación turística a sus connacionales -y algo de lo más particular- que la cooperación china “solo ofrece deuda, dependencia y erosiona la soberanía” en tanto que su país trabaja según dijo, como un verdadero aliado y por ello seguirá impulsando inversiones directas de firmas norteamericanas.
Apenas seis días después de que la Casa Blanca anunciará con bombos y platillos la suscripción de un acuerdo (fase uno) para detener la guerra comercial con el gigante asiático, Pompeo criticó la gestión de cooperación china a los países de la región.
Al igual que en Bogotá, eje central de esta gira por la región, el diplomático estadounidense urgió elecciones libres en Venezuela y Nicaragua y demandó respeto a los derechos humanos a Nicolás Maduro y Daniel Ortega. En la sede de la delegación diplomática en Pavas, el Secretario se reunió con opositores nicaragüenses.
Esto ocurría en nuestro entorno mientras en el Senado daba inicio el tercer juicio político en la historia de la nación norteamericana y el acusado Donald Trump daba un discurso polémico en el Foro Económico Mundial de Davos. Como si todo esto fuera poco un legislador iraní ofrecía tres millones de dólares a quien acabe con la vida del multimillonario presidente. En Hablando Claro repasamos la jornada política estadounidense (aquí y allá) con Carlos Cascante, especialista en relaciones internacionales.