Es fácil coincidir en que el Poder Judicial es una columna de nuestro país y en que el estado de inquietud lo ha permeado en años recientes. Son los motivos y las formas de fortalecerlo los que generan divergencias, controversia y aprovechamientos de algunos grupos. Unos, para sostener beneficios laborales especiales o excesivos. Otros, para acotar la independencia judicial y someterla a las mareas de la política partidaria.
En medio está la confianza popular en este Poder de la República, sometida a cuestionamientos en tiempos recientes. Por ejemplo, solo la mitad de la gente cree que los tribunales garantizan un juicio justo, dice la última encuesta CIEP-UCR.
Las noticias abundan sobre ese pulso entre legalidad y legitimidad, entre garantías laborales y blindaje jurisdiccional, entre los recursos propios y la dura realidad fiscal del país. Es más: entre las formas tradicionales tildadas de soberbia y los nuevos tiempos demandantes de una comunicación cercana, abierta y oportuna.
Al punto: ¿es legítimo que una agrupación gremial acuda a la justicia internacional para defender sus condiciones salariales contra las medidas de austeridad? ¿Es lo correcto? ¿Lo racional para la imagen del Poder Judicial? Igual la tendencia va: este jueves una mayoría de diputados aprobó el proyecto que recorta las pensiones de más de ₡2,6 millones en el Poder Judicial. Así, con una semana que nos arroja nuevos elementos, ponemos la mira sobre el Poder Judicial con el ex ministro de Justicia Marco Feoli y la politóloga Gina Sibaja.