La capacidad competitiva de la economía costarricense pierde fuelle. La mala nueva llegó con la publicación del Informe de Competitividad Global 2019 que dio a conocer esta semana el Foro Económico Mundial. En el índice de 142 naciones, caímos siete puestos; pasamos del lugar número 55 en el 2018 al puesto 62.
Entre otras, nuestras debilidades están centradas en las pocas suscripciones a internet de fibra óptica y banda ancha fija, rezago en la capacidad de innovación respecto de aquellos que lideran la llamada revolución 4.0, pobre nivel de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas, baja disponibilidad de capital de riesgo y limitado desarrollo del mercado de capitales.
Por otra parte, nuestras fortalezas -que también tenemos- se reflejan en condiciones de salud, por ejemplo en acceso al agua potable donde ocupamos el lugar #34 como primeros de toda la región. Además, este año el país obtuvo buena calificación en avance de infraestructura, particularmente en carreteras y puertos (10 puntos en eficiencia portuaria)
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, Costa Rica es la quinta nación Latinoamericana en el índice. El país más avanzado como siempre es Chile, seguido por México, Uruguay y Colombia. Para observar sobre nuestros desafíos inmediatos en Hablando Claro conversamos con el economista experto en desarrollo de infraestructura, Federico Villalobos, de Deloitte Costa Rica.