La tensión crece en tiempos de crisis y hace que todos los focos se coloquen sobre la cabeza encargada de las finanzas públicas. En nuestra situación actual, la ministra Rocío Aguilar es un factor clave. Unos la aplauden como la dama de hierro y otros le reprochan un exceso de poder.
Para unos ella es la guardiana del Estado mediante la sostenibilidad financiera y para otros es la mano implacable que desdeña a los poderes de ese mismo Estado. Y para otros, es ella el rostro de un esquema tributario nuevo que tiene a muchos con dolor de cabeza.
En juego está la aplicación de una reforma fiscal que de por sí era insuficiente. Ahora abundan los sectores o instituciones públicas que reclaman el derecho a ser excluidos de los límites al gasto o del racionamiento a los privilegios salariales. La CCSS, la Corte, las municipalidades, gremios específicos… cada intento topa con el llamado de atención fuerte de la ministra Aguilar, tan firme en sus palabras como lo parece en su cargo. Con la ministra Rocío Aguilar, con sus advertencias y respuestas, conversamos en Hablando Claro.