Fotografía: Miriet Ábrego - Semanario Universidad.
Hecha la ley, hecha la trampa. Este viejísimo adagio refleja muy bien lo que hemos visto en las últimas semanas en la Caja del Seguro Social y en el Poder Judicial. Las castas privilegiadas de la función pública (conste, que no son todos los empleados públicos) se están zafando - literalmente- de la aplicación del capítulo de racionalización de los pluses salariales de la ley de fortalecimiento de finanzas públicas aprobada el año pasado, mediante la estratagema de la "interpretación jurídica". Una interpretación que, por supuesto, se acomode a sus intereses.
Esto significa que lo que no pudieron evitar en el trámite legislativo, ahora se hace a golpe. A golpe de incumplimiento de una ley de la república legitimamente tramitada y aprobada. Para el Presidente de la República esta resistencia al cambio, esta reticencia “a desatar los nudos que construimos por décadas... está generando una fuerte reacción de los sectores que se han beneficiado de condiciones financieramente insostenibles para el país".
Un reducto de cordura y racionalización frente a esto, lo espera la indignada opinión pública de la Sala Constitucional. Otro, de la Contraloría General de la República. Conversamos de los intentos escapistas de zafarse de la ley de fortalecimiento de finanzas públicas con la Contralora Marta Acosta.