Bien haría el gobierno del Presidente Caros Alvarado si nos asegurara desde ya la publicación completa (cuando lo tenga en su poder, por supuesto) del informe de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos que el lunes pasado dió a conocer la degradación de la calificación (de categoría 1 a 2) de nuestro país respecto de sus normas de seguridad aeronáutica.
Así sería posible separar paja de grano y salirle al paso del dime que te diré con que los Directores de Aviación Civil (actual y anterior) se recriminaron mutuamente respecto del baldazo de agua fría de esta notificación, sin dejar de considerar por supuesto la seriesísima confesión del Ministro de Obras Públicas y Transportes Rodolfo Méndez Mata respecto de que las debilidades del sector se arrastran desde los gobiernos de Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís.
Lo cierto es para un país cuya primera actividad económica es el turismo los cuestionamientos respecto de cómo funcionan los sistemas de registro, experiencia técnica y procesos de inspección aeronáutica son muy delicados, aunque se diga de entrada que la noticia no afectará el desempeño turístico.
Con un experto del sector, Gustavo Araya, empresario de turismo ex presidente de la Cámara de Hoteles y Cámara Nacional de Turismo, conversamos en Hablando Claro.