Todavía no se puede decir que hayamos pasado el estrecho aro de las congojas fiscales y estamos lejos de proveer de sostenibilidad las finanzas públicas. La tarea, por compleja va a cuentagotas. Contra muchas fuerzas e intereses. Y a pesar de nosotros mismos. Nos ha resultado imposible anticipar. Planificar para el largo plazo.
Y es en el contexto de estrechez económica, desempleo y desigualdad social, que la sociedad costarricense asiste al envejeciendo acelerado de su población. Tan acelerado que en 20 años los adultos mayores se habrán triplicado respecto de hoy.
Esto no es nuevo, pero nos lo acaba de traer a valor presente la Contraloría General de la República en su informe sobre “Impacto fiscal del cambio demográfico: retos para una Costa Rica que envejece”.
De los desafíos que tenemos para resolver los problemas que plantea el envejecimiento a la atención de la salud, las pensiones y la educación, conversamos en con la Contralora General de la República Marta Acosta.