Siendo que nos ha costado tanto, pero tanto, alcanzar acuerdos políticos y tomar decisiones administrativas para enderezar nuestro maltrecho esquema de finanzas públicas, la noticia de que la previsión de déficit fiscal para cerrar el año no fue lo que se proyectó inicialmente sino 1,2% menos; es sin duda alentadora.
Muchos salieron al paso de inmediato recordando que no es suficiente. Por supuesto, sabemos que al camino le falta largo andar. Pero es un hecho que por fin empezamos a hacer lo propio. La proyección del déficit fiscal era de 7,2% y el Ejecutivo madrugó este lunes para anunciar los alcances de las decisiones que tomamos. Con todo y el dolor de parto que significó una huelga que nos costó alrededor de 0.3% del PIB. Sí, porque los brazos caídos tienen costo.
Esperemos que la confianza apuntale la reactivación, que aunque modesta, tendrá nuestra pequeña economía en este 19 . Recordemos que a mediados de año entran a regir los nuevos impuestos, pero antes hemos de empeñarnos en conseguir dinero prestado para readecuar nuestras deudas; algo imperioso dado que los intereses nos están ahogando.
Este será un año desafiante. El Fondo Monetario Internacional anunció una disminución de las proyecciones de crecimiento de la economía mundial. Baste decir que China se desaceleró a su ritmo más lento desde hace tres décadas, y Estados Unidos según se proyecta crecerá poquito (2.5%) aunque podría crecer todavía menos dado el pulso del Presidente Trump con el Congreso que lleva el cierre parcial de gobierno a un mes ya.
Con la Ministra de Hacienda, Rocío Aguilar conversamos de los desafíos venideros, desde la perspectiva de los logros obtenidos por el país en estos nueve meses de gestión.