Fotografía: Miriet Abrego, Semanario Universidad.
Si algo quedó establecido con claridad meridiana en el capítulo final de la salida de la Canciller Epsy Campbell del cargo esta semana, es que la Casa de Gobierno carece por completo de una conducción comunicativa estratégica mínima.
En Zapote, parece todo va por la libre. Tanto, que la magna actividad de presentación de la hoja de ruta del gobierno de don Carlos Alvarado en el Teatro Nacional quedó eclipsada por la escena final que protagonizó la ahora ex Ministra de Exteriores en el Plenario Legislativo donde, en honor a la separación de poderes y a la investidura de su propio jefe, nunca debió acudir a presentar su renuncia.
En ausencia de una política comunicativa, parece que el desenlace del estropicio lo definió la hija de la Vicepresidenta. Eso por la forma.
Por el fondo, Campbell no se fue sin poner el ventilador. Acusó al despacho jurídico de Presidencia de haber hecho incurrir en error al Mandatario y señalo indirectamente al propio don Carlos Alvarado como el que escogió a las personas cuyos cargos objetó por irregulares la Procuraduría General de la República.
¿Quien la sustituirá en la Cancillería? ¿Sería posible que el ausente Ministro de Comunicación obtuviera semejante ascenso? ¿O se intentará mantener la paridad en el gabinete?
Hablamos sobre la salida de Campbell y sus repercusiones. Y también sobre el nombramiento -al fin- de la nueva Defensora de los Habitantes, Catalina Crespo. En nuestro último Hablando Claro antes de la Navidad conversamos con el politólogo Sergio Araya Alvarado.