Con la recaudación de ingresos por impuestos en franca desaceleración, y el endeudamiento al máximo posible, la consecución de dinero para los gastos habituales se pone cada vez más cuesta arriba. Así que mientras el proyecto de fortalecimiento de las finanzas públicas sigue en pausa (y en vilo) y los inversionistas no tengan ninguna prisa en tomar decisiones mientras los nublados no se aclaren, la Tesorería Nacional hace todo tipo de malabares para intentar aliviar las congojas del flujo de caja de la quincena.
Este martes se anunció un mega canje de bonos (el más grande de la historia) por dos billones de colones. La subasta será esta misma semana y de concretarse dará un respiro; acaso un poco menos breve que el que obtuvo hace unas semanas con las letras del tesoro del Banco Central que, por cierto, debe pagar a más tardar el 26 de diciembre. Así vamos. A coyol prestado, coyol comido. ¿Cuánto resistiremos?
Conversamos con la Ministra de Hacienda Rocío Aguilar.