Las alertas informativas y preventivas continúan activadas pues, como es más que notorio, intensos aguaceros siguen afectando gran parte el territorio nacional.
El agua no da tregua. Con suelos sobre saturados por Nate y las condiciones normales de la estación lluviosa, tenemos severas afectaciones no solo en infraestructura sino también en la producción agropecuaria; lo que ha tenido ya como consecuencia aumento de precios en ciertos perecederos.
Un inventario apenas parcial da cuenta de la dramática pérdida de entre 6 y 8 mil litros de leche diarios que se botaron debido a los bloqueos e interrupciones en vías de acceso tras el fragor de la tormenta Nate. La Corporación Arrocera reportó que al menos 2,400 hectáreas del grano resultaron afectadas en las regiones Brunca, Chorotega y del Pacífico Central. En las mismas zonas, la Corporación Ganadera detalló que se anegaron 84 mil hectáreas de pastos.
Del azúcar, el estimado preliminar es que la producción se reducirá unas 7,000 toneladas, aunque no se prevé que haya ni desabastecimiento ni aumento en el precio. Mientras tanto, el Instituto del Café de Costa Rica emitió alertas ante la aparición de los hongos de la roya y del ojo de gallo.
No quedan por fuera los animales. El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) reportó más de 27,000 animales muertos y desaparecidos básicamente entre ganado y aves de corral.
Con la etapa final del invierno presente aún en el país, ¿cuáles son las medidas de contingencia, que se están aplicando en las zonas afectadas? ¿Qué acciones se dan a favor de los agricultores tras este desastre?
Para conocer el panorama actual de las premuras del sector conversamos con el Ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Felipe Arauz.