Por eso, si sólo se apela al sentido común, es incomprensible que una excursión de una docena de legisladores haya aceptado viajar de a gratis todo el fin de semana a Managua. Y no contentos con desafiar los ruegos de sus propios compañeros diputados y las exhortaciones del Ejecutivo para que se abstuvieran del paseo, el vicepresidente legislativo José Alberto Alfaro, salió con una perla cuando sugirió la desaparición de las líneas limítrofes.
Más allá de las repercusiones diplomáticas del viaje (que no parecieran ser muy severas) quedamos con la obligación de pensar seriamente qué está pasando con la limitadísima formación que tienen hoy los ciudadanos que acceden a las curules legislativas.
Y no se trata de hacer bromas o chotas o despotricar con insultos que no llevan a ninguna parte. Se trata de que los partidos políticos deberían hacer un alto y tomarse más en serio su responsabilidad para con el sostenimiento de la institucionalidad democrática.
De esto conversamos con el Dr. Carlos Murillo, Director del Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad de Costa Rica, en Hablando Claro.
Escuche aquí este programa...