Una convención nacional abierta en la que no hay mediciones. Tampoco apuestas; que son -claro está- las de los adeptos más cercanos de cada aspirante.
Si Carlos Alvarado es el candidato que observa con simpatía silenciosa la casa de gobierno, Welmer Ramos, es el candidato que también en modo silencioso cuenta con el aval de don Ottón Solís y abiertamente del grupo fundacional del PAC.
Desde que se hizo pública su aspiración, el ex ministro de Economía, ha hecho malabares para mantenerse a distancia prudente de las tesis de gobierno pero sin enfrentarlo. Claramente no levanta la bandera del continuismo, aunque en realidad política es lo que representa, porque también sale de las filas del gabinete de Solís a la contienda. Sí ha sido especialmente crítico de "las violaciones a los códigos de ética" que defiende el PAC fundacional. Por eso lo apoyan los más ortodoxos del partido, que no han ocultado su incomodidad para con el Presidente Solís Rivera.
Consecuente con su formación profesional y el ejercicio del cargo que tuvo por casi tres años, Ramos enfoca su propuesta en el necesario mejoramiento de la economía como uno de los motores para solventar la difícil situación fiscal del país.
¿Pero qué piensa de la racionalización de pluses y el ordenamiento del empleo público como antesala para los necesarios nuevos impuestos?
En materia de derechos humanos, Ramos luce más conservador que su contendor. Por algo tiene el apoyo de su comunidad cristiana, cuyo pastor abiertamente salió a la palestra a pedir el voto por él.
Acerca de su visión y sus propuestas conversamos con el precandidato del PAC, Welmer RamosRamos, este miércoles 5 de julio en Hablando Claro.
Escuche acá este programa