La sorpresiva separación de María del Rocío Sáenz de la Presidencia Ejecutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social, es el último de los asuntos políticos de dos largas semanas como para olvidar... para un Ejecutivo que no logra amalgamar sus piezas.
El primero de estos acontecimientos se dio con el anuncio del cese de las operaciones comerciales de Bancrédito. A ello se sumó el zipizape político generado por la filtración de un borrador de iniciativa de ley que pretendía unir varias propuestas para intentar avanzar en el Congreso con la necesaria regulación del empleo público; particularmente con un proyecto de ley que buscaba racionalizar salarios de los altos cargos de los tres poderes del estado.
Como el proyecto -ahora ya enterrado- contemplaba subir los salarios del propio mandatario, de diputados, ministros y viceministros (al tiempo que se reducía los estipendios de otros puestos) el Presidente Solís se desmarcó airado de la propuesta retirándole el apoyo a su negociador en Cuesta de Moras, el Viceministro de la Presidencia Luis Paulino Mora, quien adujo que el frustrado borrador incluía elementos solicitados por la OCDE, precisamente como parte del proceso de adhesión al club de los países desarrollados, que persigue Costa Rica.
Para terminar los enredos, la Contraloría General de la República reprendió a Zapote por un informe mal hecho sobre los salarios de ministros y viceministros de las últimas cuatro administraciones.
¿Falla la comunicación o más bien falla la coordinación a lo interno del equipo de gobierno?
De estos hechos políticos, cerramos la semana conversando con el Viceministro de la Presidencia Luis Paulino Mora y con el politólogo Gustavo Adolfo Araya Martinez, en Hablando Claro.
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