Sobre la construcción del último tramo de la carretera 257 que conectara la ruta 32 de Limón con la nueva terminal de contenedores de Moín, hablamos con el Ministro Carlos Villalta.
La denuncia del Diario La Nación el pasado lunes acerca de una supuesta "pifia premeditada" en la adjudicación de la construcción del último tramo de la ya famosa nueva carretera 257 que conectara la ruta 32 de Limón con la nueva terminal de contenedores de Moín, obligó al Ministro Carlos Villalta a salir al paso para desmentir -según dijo- categóricamente que el MOPT/CONAVI hayan actuado con dolo o premeditación en la adjudicación del ahora polémico proyecto.
El tema es harto complejo. Y justamente por ello, y porque estamos en tiempos de sospechas a flor de piel, es que la denuncia, aderezada con la inmediatísima reacción de diputados de varias bancadas pidiendo la cabeza del titular de Obras Públicas y Transportes, tomó fuerza y obligó incluso al mismo Presidente de la República a ratificar su confianza en el funcionario, y horas después también obligó a Villalta (un jerarca poco familiarizado con cámaras, micrófonos y exposición mediática) a intentar convencer en una conferencia de prensa que "nunca se utilizaron datos falsos o incorrectos", como acusó la publicación, sino que para cumplir con los compromisos contractuales del estado costarricense en este negociado, se debieron usar las coordenadas del área que disponía de viabilidad ambiental, en tanto se gestionaban los permisos o soluciones para la conexión definitiva con la obra concesionada, autorización que apenas se obtuvo el pasado mes de febrero.
¿Y por qué se debió actuar en tal sentido?
¿Por qué el Ministro Villalta asegura que debió tomar decisiones para resolver un problema que heredó de la anterior administración?
¿Por qué afirma que no hay un sobre costo en la obra como argumentó la denuncia, sino que se trata de obras nuevas por $5,4 millones que no llegan a sobrepasar los $78 millones que autorizó la Contraloría General de la República para este proyecto?
En definitiva: ¿hubo o podría haber algo oscuro en la adjudicación de una carretera tan sensible y que tiene que estar lista en enero porque de esa obra depende que la concesionaria APM Terminals empiece a operar y aplique un descuento de $20 por cada contenedor que cargue?
Estas y otras interrogantes de un tema candente, polémico y difícil de comprender, intentaremos dilucidarlas con el protagonista de la tormenta política de la semana, el Ministro Carlos Villalta.