Este es un asunto que requiere respuesta urgente para 575 mil personas de las comunidades de Cartago y de la zona de Los Santos.
De todas las formas posibles se ha sostenido, con base en la realidad y los hechos, que el hospital Max Peralta ya alcanzó sus niveles máximos de su capacidad instalada y, por tanto, de su funcionalidad.
Son los pacientes y el personal hospitalario quienes sufren, día a día, las limitaciones estructurales y de espacio, a las que debe agregarse la inadecuada ubicación, cuyas condiciones afectan la gestión de equipos, materiales y labores óptimas que requiere un centro de salud.
El 14 de septiembre, durante la celebración de los 203 años de independencia en la Vieja Metrópoli, fue reiterada la queja de la administración Chaves Robles acerca de ese proyecto, tantísimas veces adversado. Nadie sabía el artero golpe que se vendría cinco días después, cuando tras un largo proceso, la empresa mexicana a la que se le adjudicó la construcción se retiró, alegando el perjuicio por la fluctuación del tipo de cambio y la inestabilidad causada por las diferencias entre las instituciones del estado (llámese claramente la oposición del Ejecutivo).
¿Qué sigue ahora? La ciudadanía beneficiaria reclama acción y respuestas. Para escuchar la voz de los pacientes y de los trabajadores de la salud conversamos con la coordinadora de las Juntas de Salud de Cartago, Rosa Mata Mora y con la doctora Janice Sandí.
Audio del programa