Guatemala vive horas cruciales con una intentona de golpe de Estado a fuego lento y artero que amenaza con provocar una inestabilidad que hasta ahora se ha logrado contener.
Desde agosto, tras el triunfo electoral inobjetable de Bernardo Arévalo, las estructuras corruptas anquilosadas en las instituciones, un día y otro también, se han empeñado burdamente en desacreditar el proceso y la decisión electoral de la ciudadanía.
El último intento es la decisión de los deleznables fiscales Leonor Morales y José Rafael Curruchiche, quienes presentaron los resultados iniciales de una mal habida investigación realizada por ellos acerca del manejo de documentación electoral, que por supuesto califican una alteración de resultados en un software contratado; maniobra para pedir la anulación de las elecciones.
Tras conocerse ese disparate, el Tribunal Supremo de Elecciones sostuvo que en nada cambia el resultado de las elecciones y que el torneo no tiene ni puede repetirse.
A un mes para que asuma el poder Bernardo Arévalo el 14 de enero próximo, ha debido enfrentar una andanada de escollos que siguen entorpeciendo el cambio de mando urgido por una ciudadanía urgida de brisa democrática.
Para profundizar en este momento que se vive conversamos con Eduardo Núñez desde ciudad de Guatemala.
Audio del programa