En Ecuador, no hubo mayor sorpresa, sino la confirmación de las encuestas: el joven empresario y político Daniel Noboa, que cumplirá 36 años el próximo 30 de noviembre, gobernará con muy estrechos márgenes el país por escasos 16 meses (hasta mayo del 2025) para cumplir con el período constitucional del presidente Guillermo Lasso, quien se vio obligado a accionar el mecanismo constitucional de muerte cruzada en medio de la aguda crisis política que se extiende por años en esa (también) alicaída democracia latinoamericana.
El sello indeleble del desafío es gobernabilidad política y narcotráfico y seguridad ciudadana. El país andino enfrenta la época más violenta e insegura asociada a la ola de homicidios y al afianzamiento de grupos criminales organizados; pero hay que sumar otros factores como el descenso de los ingresos fiscales por recursos petroleros, la caída de la inversión extranjera y un bajo crecimiento económico, que potencian una crisis socioeconómica cuyo principal impacto se observa en las cifras de pobreza y desempleo. La realidad por enfrentar es muy dura.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en diciembre 2022, la pobreza a nivel nacional se ubicó en 25,2 % y la pobreza extrema en el 8,2 %. UNICEF coloca a Ecuador como el segundo país de América Latina y el Caribe con mayor incidencia de desnutrición crónica infantil con 27,2 %.El 70% de la población económicamente activa, la que está en edad de trabajar, se mueve entre el desempleo y la informalidad, lo que les mantiene lejos del sistema en cuanto a protección y prestaciones sociales y promueve una constante expulsión del territorio en el doloroso éxodo migratorio latinoamericano del que forman parte los ecuatorianos.
Para poner en perspectiva los desafíos inmediatos conversamos con dos relacionistas internacionales. Desde Quito, Gabriella Guerrero, Directora Académica del centro de pensamiento Libre Razón, y en cabina, Marco Méndez, de la Universidad Nacional. Lunes 8 a.m. por la 98.7 FM de Radio Columbia.
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