Desabastecimiento de agua, aumento de enfermedades causadas precisamente por la falta del recurso hídrico, incendios forestales, reducción en los niveles de los embalses para la generación de energía eléctrica, impactos en la agricultura, la ganadería, sequía y consecuentemente altos precios de muchos productos.
Estos serían algunos de los efectos que el fenómeno de El Niño causaría en Costa Rica, durante lo que resta del año y el primer semestre del 2024.
El Niño está asociado con el calentamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico, lo que produce una disminución de las lluvias en la vertiente Pacífica y en parte del Valle Central, así como lluvias intensas en el Caribe.
Para conocer más acerca de esta circunstancia conversamos con Werner Slotz, director del Instituto Meteorológico Nacional.
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