Para el último trimestre del año, el gobierno otorgará un subsidio económico a familias en condición de pobreza extrema por 180 mil colones a razón de 60 mil colones mensuales. Es un pequeño aporte del estado a la manutención de miles de personas que no han recibido ayudas estatales y que habitan en hogares en los que no alcanza el dinero para las necesidades mínimas, especialmente en los que viven adultos mayores, menores de edad, personas en situación de discapacidad y jefatura femenina.
Esta política de ayuda social es impulsada por todos los organismos económicos internacionales dados los fuertes impactos en cadena ocasionados por una sucesión de crisis, como lo advirtió la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, que apuntó como eventos más recientes tras el crack financiero del 2008, las tensiones económicas y políticas con China, la pandemia y la guerra en Ucrania. En el caso de nuestra región, la conjunción de varios factores como los impactos negativos en el comercio internacional, el aumento de los precios de combustibles y fertilizantes y el lento crecimiento del empleo -solo para citar algunos- conducirán a una mayor tasa de desocupación, especialmente a las mujeres.
Todos los indicadores proyectan que este año en América Latina habrá un aumento significativo de personas en pobreza (de 32 a 33 o 33.7) y en pobreza extrema (de 13.8 a 14.5 o 14.9), tanto que ocho millones de ellos caerán en inseguridad alimentaria; de ahí el llamado para el establecimiento urgente de los subsidios, entre otras políticas de atención a esta crisis social.
Lamentablemente, Costa Rica no podrá escapar a esta realidad. De acuerdo con los escenarios proyectados por el Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas (CPCE) en el menos gravoso de esos escenarios, la pobreza extrema en hogares crecerá casi tres puntos porcentuales respecto del 2021 (de 6,27 a 9.06) y la pobreza total pasaría de 23.02 a 25.01. En el caso del número de personas, la pobreza extrema pasaría de 7.31 a 10.51 y en pobreza total aumentaría casi dos puntos (de 26.22 a 28.11). Esto, si las condiciones del ingreso se mantienen iguales, la inflación no crece más allá que lo que creció de enero a julio y hay generación de empleo. Por eso este sería el panorama menos dañino. Pero lamentablemente hay proyecciones mucho más pesimistas.
Analizamos el entorno y la coyuntura con el Dr. Ennio Rodríguez, Presidente del CPCE