Un país como el nuestro que tiene un buen desempeño en Derechos Humanos también presenta déficits en algunos de los llamados derechos de nueva o cuarta generación, especialmente relacionados con temas de salud que son siempre tópicos muy sensibles.
Por ejemplo, tenemos pendiente avanzar en un debate serio para aprobar el derecho a la eutanasia. También estamos cortos en el aseguramiento de los derechos que asisten a los pacientes (lo sabemos muy bien ahora con el hackeo a la Caja Costarricense del Seguro Social) respecto de nuestros expedientes clínicos. Pero no hacía falta algo tan dramático como la vulneración de los piratas informáticos, para advertir que falta mucho mayor resguardo ético y legal de muestras biológicas en casos de pruebas de laboratorio dentro y fuera del país, de transferencia de materiales biológicos, de protección de datos genéticos, etc.
Aunque tenemos una ley de Protección de Datos desde hace una década, necesitamos mucha más formación para que todos, y muy especialmente el personal de salud, comprenda la dimensión de la responsabilidad ética que implica algo tan sencillo como tomarse selfies en las salas de operación con un paciente sedado y abierto en alguna parte de su cuerpo, solo para citar un caso que en cierta forma vemos como "normal" aunque vulnere derechos a la intimidad.
Un campo en el que sí dimos un paso adelante fue en la reciente promulgación de la Ley de Voluntades Anticipadas, que es una herramienta que permite, como su nombre lo indica, que una persona pueda renunciar expresamente a recibir tratamientos que le prolonguen artificialmente la vida. La voluntad anticipada se entiende entonces como un derecho para evitar lo que se conoce como “obstinación o encarnizamiento terapéutico”.
Vamos a conversar de estos apasionantes y polémicos asuntos este miércoles con los especialistas de la española Universidad de Murcia en bioética y bioderecho, los doctores Belén Andreu y José Ramón Salcedo de visita en el país para abordar en un congreso universitario situaciones difíciles al final de la vida, medicamentos de alto costo, protección de datos en salud e investigación biomédica.