No pueden ser mensajes sueltos el discurso del presidente electo Rodrigo Chaves en la noche electoral, la apertura de puertas a otros partidos y el abrazo de este martes con José María Figueres. El desmantelamiento del conflicto de la campaña ha sido rápido y va acompañado del más crudo de los realismos: la gobernabilidad que necesitará la nueva administración y, más aún, la que necesitamos como país. Queda por ver las actitudes de otras figuras alrededor de cada partido y la de algunos simpatizantes, sobre todo en las combustibles redes sociales.
Uno de esos factores será la Asamblea Legislativa, cuyas bancadas entrantes ya han definido jefaturas y empiezan a mirar en el horizonte el 1 de mayo como su fecha de entrada, pero sobre todo el inicio de las sesiones extraordinarias con espacio abierto para la agenda del nuevo gobierno.
La política exige pragmatismo, valores, coherencia y flexibilidad. El secreto es buscar los equilibrios para cada momento y mostrar resultados pronto, máxima cuando la impaciencia popular se concede a plazos cortos y tasas elevadas.
Estas primeras señales ponemos en la mira con los politólogos Gustavo Araya y Eduardo Núñez, y con ustedes si nos vuelven a acompañar en Hablando Claro.