De entre 25 candidatos presidenciales, Rodrigo Chaves Robles es uno de pocos que ha logrado visibilizarse y las razones de ello llevarán mucho espacio en los análisis políticos de los próximos meses.
Claro que esa visibilización es favorable para él al momento de enfrentar el cierre de la competencia electoral, presentándose como una opción de (nuevo) cambio y un rostro nuevo en el partido que alojó sus aspiraciones presidenciales, el debutante Progreso Social Democrático.
Acompañado de la mediática figura de la periodista Pilar Cisneros, cabeza de lista de su papeleta diputadil, llega al final de la contienda con explicaciones pendientes sobre el señalamiento de un "patrón de comportamiento no adecuado de naturaleza sexual" de acuerdo con un Tribunal Administrativo de jueces independientes del Banco Mundial. Es la sombra que lo acompaña a todo recinto y con la que debe lidiar el resto de su vida pública en los tiempos del #MeToo en el orbe. Por supuesto, también en Costa Rica.
Además -claro está- presenta propuestas sobre temas de fondo, centradas en una economía que conoció en su fugaz y escabroso paso por el cargo de ministro de Hacienda menos de un semestre en el gobierno actual. Cargo al que accedió -por cierto- a falta de informarle al presidente Alvarado en la entrevista de trabajo, que cargaba con un problema de naturaleza ética de su cargo anterior. Con este economista de 60 años comenzamos las entrevistas de cierre electoral con los candidatos que protagonizan la competencia que nos convoca a votar el próximo 6 de febrero.