En la solvente historia del Tribunal Supremo de Elecciones de nuestro país, esta es la primera vez que una mujer lidera el proceso que nos conducirá a la escogencia del próximo o próxima Presidente/a de la República.
La magistrada Eugenia Zamora no tenía planteada esa conducción apenas 3 meses atrás, pero la abrupta renuncia de Luis Antonio Sobrado, generó un cisma inesperado en la sede del arbitraje electoral y la colocó en la posición que hoy ocupa dado que estaba en la línea de sucesión. Era hasta ese momento la vicepresidenta.
Con mucha experiencia – puesto que llegó al cargo en 2005 y, por tanto, ha vivido todos los procesos electorales desde el referéndum del 2007- Zamora Chavarría ahora alza la voz por la reforma constitucional que habría de convertir en efectivo el adelanto del 50 % de la deuda política para equipar en algo la muy desequilibrada cancha en la que los partidos se juegan la elección. Pero eso -de suceder- sería en el futuro.
Hoy por hoy, vamos a elecciones el domingo 6 de febrero con nada menos que 25 nominaciones y aunque algunas claramente solo aspiran a alcanzar una curul legislativa, varias sí pretenden en serio llegar a la segunda ronda del torneo presidencial, porque como sabemos, no hay nada en el horizonte que nos diga ahorita mismo que la justa no se extenderá hasta abril.
Es pues, un ejercicio largo aliento que habrá de requerir mucha dosificación de prudencia, mesura, energía y firmeza de los conductores del proceso, todo el cuerpo colegiado del TSE al mando la magistrada presidenta Eugenia Zamora, con quien conversamos en Hablando Claro.