La desigualdad acelerada los últimos 20 años en el país se agravó con la pandemia y, para peores, la recuperación económica está profundizándola. A algún sector la pandemia le benefició y a otro lo acabó de hundir y amenaza con quitarle lo último que se pierde: la esperanza.
El momento y la tendencia están marcados por las inequidades por género, por edad, por región, por grado educativo y por sectores de la economía, según demuestra el Informe Estado de la Nación 2021, presentado esta semana.
¿Quién debería corregir eso y devolver al país a lo que fue (o creemos que fue)? Se supone que el Estado, pero la institucionalidad pasa también momentos flacos por las limitadísimas capacidades financieras y por las atrofias políticas, ahora que tan evidentes nos resultan en el actual proceso electoral. Hemos ido tapando goteras, no reforzando las columnas y menos modernizando las estructuras, indica el Estado de la Nación.
Cerramos una semana profusa en acontecimientos políticos hablando del problema de fondo: las dificultades de nuestra sociedad para vivir mejor y hacerlo en conjunto, no salvándose quien pueda. Con Pamela Jiménez-Fontana, economista investigadora del Informe.