El salario mínimo es un obstáculo para la generación de empleo, se decía con frecuencia mucho antes de que pandemia y tecnología se mezclaran como un cóctel contra el modelo de trabajos que primó por décadas. Y se dice ahora también, contrario a lo que mostró el economista canadiense David Card, que acaba de ser reconocido con el Premio Nobel de Economía 2021.
Los aportes a la economía laboral de Card, del estadounidense Joshua Ingrist y del holandés Guido Imbens recibieron el galardón mundial ahora que la mayoría de los países busca el camino de aumentar los empleos en circunstancias que no acaban de aclararse.
Sí está claro, desde los estudios de los tres economistas, el valor del salario mínimo, del impacto de la educación general en el mercado laboral y del fenómeno migratorio sobre la producción, elementos importantes los tres en el contexto de nuestro país.
Con el economista José Luis Arce traemos a contexto propio los postulados que se reconocen con el Nobel y los proyectamos a la discusión que sin duda deberá ocupar un espacio en la competencia electoral ya encaminada.