Las celdas del OIJ están llenas de personas que deberían estar en cárceles regulares y las cárceles regulares están llenas con personas podrían pasar a un régimen abierto, según el Poder Judicial.
El Ministerio de Justicia más bien se aferra a la posibilidad de seguir utilizando los centros al margen de las órdenes judiciales de cierre, e incluso de alojar privados de libertad en gimnasios para cumplir los aislamientos sanitarios contra COVID-19.
Autoridades del Poder Judicial advierten del peligro de entorpecimiento de los procesos penales porque no pueden disponer de las celdas temporales del OIJ y ahí va la cadena.
Podemos concluir que se trata del colapso del sistema carcelario y de un conflicto entre Poderes, sin que en la discusión aparezca necesariamente un enfoque de derechos humanos. La situación es grave aunque se quiera seguir escondiéndola bajo la alfombra. Ponemos ahí el foco con el abogado Marco Feoli, integrante del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU y exministro de Justicia.