Llegamos este miércoles a esa fecha que veíamos en el horizonte desde hace varios años como un hito en la historia del país que somos. Cumplimos finalmente los 200 años desde la Independencia al cumplirse la fecha del Bicentenario sin poder asumirla como fiesta nacional pero sin dejar de celebrar lo que es digno de celebrar, que no es poco.
Se impone la reflexión sobre el pasado, sobre las circunstancias difíciles del momento en que conmemoramos ese Bicentenario como costarricenses y como centroamericanos, y sobre todo los futuros que nos esperan. Debemos hacerlo con una mirada amplia para entendernos en un mundo interdependiente y cambiante, pero conscientes del gran margen de maniobra que tiene el país para mejorar las oportunidades de las nuevas generaciones.
Eso pasa, como casi todo, por la educación y las posibilidades de inspirar sueños colectivos o individuales que trasciendan las fronteras del tiempo y el espacio. Inspirar y proyectar, claro está.
Sabe de eso Franklin Chang-Díaz, uno de los pocos referentes aceptados por la mayoría de la sociedad, quien nos hace el honor de aceptar la invitación para compartir los pensamientos y emociones que le despierta esta fecha y sus circunstancias. Súmense ustedes también a la charla con el ex astronauta, el científico, el empresario y el soñador que se conecta desde Houston.