Colombia explica bien el dilema de los países latinoamericanos entre el alto endeudamiento o el aumento de impuestos en la crisis pandémica. El estallido social, sin embargo, está cruzado por numerosos factores, algunos que se replican en el continente y otros muy propios de la sociedad colombiana y su historia reciente. Y de su Gobierno errático, claro.
Decenas de muertos y heridos son el saldo momentáneo del levantamiento social y la represión oficial. En eso sí se parece a lo que vivió Chile hace menos de dos años y que se encauzó finalmente por la vía democrática a unas elecciones claves para escribir una nueva Carta Magna que sustituya a la que dejó el dictador Pinochet.
Los resultados electorales en Chile, sin embargo, mostraron algo más: la obsolescencia del sistema de partidos que han primado en el Chile democrático. Los triunfadores de la Convención fueron los candidatos independientes y ajenos a las agrupaciones más tradicionales de izquierda o derecha. Chile está en reconstrucción política ante la mirada de su población que, como Colombia ahora, agitó las calles llena de desconfianza y hartazgo porque el bienestar es cosa de pocos.
Los elementos están ahí para mirarlos y comparar también, conscientes de que cada país cocina su propio caldo. Corresponde mirar desde nuestra perspectiva y para ello nada más útil que el lente bifocal: con el colega Henry Rodríguez comentamos los acontecimientos de su natal Colombia y con Pablo Guerén miramos cómo se mueve Chile con acento de allá.