Hagamos cuentas. Es innegable el valor político del diálogo multisectorial que culminó este fin de semana, pero también es innegable que eso no necesariamente se traduce en valores financieros, que es lo urgente para evitar el descalabro fiscal.
El Gobierno afirma que se superó la meta de hallar medidas que reduzcan el déficit en al menos 2,5 puntos del PIB; otros sectores son menos optimistas, pero sí admiten como valioso el paquete de 58 proyectos para aliviar la urgencia fiscal. Y otros sectores creen que fue una pérdida de tiempo, como parece interpretarse de la reacción de un grupo de diputados que tampoco quisieron participar allí y que deberán estudiar esas propuestas cuando les lleguen.
El punto es que a final de cuentas todo tiene que traducirse en números. Por eso conviene ponerle cifras a las medidas que fueron anunciadas por consenso y a los temas que quedaron para impulsarse, como el cobro de impuestos por renta global, que no es poca cosa.
Conversamos con los economistas Fernando Rodríguez, ex viceministro de Hacienda, y José Luis Arce, quien dio seguimiento a las sesiones, tomamos la calculadora como la tienen en mano los diputados que en esta semana discuten el Presupuesto de la República para el 2021.