Tras el estrepitoso desenlace que tuvo el debate del presupuesto ordinario de la república del próximo año en comisión legislativa, el Ministerio de Hacienda demostró que sí se podían hacer más ajustes al gasto público y presentó al Congreso una nueva disminución. Aunque inicialmente el jerarca hacendario había pedido tiempo hasta enero para generar un extraordinario con los recortes, al cierre de la presentación de dictámenes para elevar el trámite del proyecto de ley al plenario, este domingo se anunció un apretón adicional de 150 mil millones de colones, que suponen recortes en el Ministerio de Educación, (¿acaso se irán las 2,000 plazas nuevas para las trabajadoras de comedores escolares?) Obras Públicas y Transportes (¿alguna obra se quedará en el papel?) Trabajo, Salud y Hacienda; así como una rebaja adicional al Poder Judicial.
Habrá que escuchar ahora los lamentos y las negociaciones porque la tijera afecta en 52 mil millones las transferencias, en 34 mil millones las remuneraciones, así como 15 mil millones de disminución en pensiones con cargo al presupuesto nacional, entre otros rubros.
El intrincado trámite del presupuesto ahora será objeto de intentos preliminares de acuerdo para incorporar la disposición de Hacienda en el plan y allanar el camino para el debate que se iniciará el 2 de noviembre próximo. Veremos cómo reciben las fracciones opositoras la pipa de la paz que ofrece el Ejecutivo luego de la voladura de puentes que se produjo la semana pasada con la campaña al unísono que lanzaron las dependencias afectadas (Cultura la más abatida) y el cerrojo que intentaron sin éxito los diputados oficialistas. Por cierto, Hacienda aseguró que los nuevos recortes no ponen en cierre técnico ninguna institución ni afectará servicios esenciales (¿qué se entiende por esenciales?).
Pero el plan de gastos es solo un botón de muestra. Mientras el diálogo para intentar arar el terreno a las soluciones fiscales dio apenas sus primeros balbuceos, los expertos en materia económica coinciden en señalar que ya no hay tiempo para mesas de trabajo y que debe ser el Ejecutivo el que someta de una vez al Legislativo un nuevo proyecto de acuerdo con el FMI.
Este domingo en el programa Estado Nacional la exministra de Hacienda Rocío Aguilar planteó una propuesta que contemplaría eliminar la dedicación exclusiva y las prohibiciones en el sector público, ajustar en varios rubros el IVA (aunque siempre en el límite del 13%), aumentar el gravamen de renta, proceder con algunas exoneraciones pendientes, recortar transferencias y poner el impuesto a las transferencias bancarias pero en escala mucho menor que el propuesto inicialmente por el Ejecutivo. ¿Le interesará al Ejecutivo ayudarse con las sugerencias de su exministra? En Hablando Claro lo conversamos con Isaac Castro, viceministro de Hacienda.