La pesca de arrastre es uno de esos temas que se nos crece con los años, que se pasea por las instancias de decisión y que acaba provocando una polarización mezclada con otros factores del momento: lo ambiental, lo económico, lo laboral y lo político...
Bueno, parece que le ha llegado la hora definitiva (o lo más parecido que hay). Después de un fallo más bien ambiguo de la Sala Constitucional y una votación legislativa favorable, este método invasivo de pesca podría quedar ratificado este miércoles en la Asamblea Legislativa, justo en este momento tenso y complicado que vive el país y que se refleja en el Congreso.
Llega la posibilidad de votarlo en segundo debate con la oposición clara del Gobierno, de una parte de los diputados y un sector de pescadores pequeños, pero con el apoyo de otro grupo de legisladores, incluidos los representantes de la provincia de Puntarenas donde hay empresarios camaroneros que llevan años pidiendo les rehabiliten ese método. De uno y otro lado hay empleos en juego.
Las cuentas en el Congreso parecen inclinarse a la habilitación de pesca de arrastre, pero todo está muy dinámico en estos días y las aritméticas no siempre sirven para explicar la política. Todo está ahora condicionado por la discusión de reactivación de las economías y el debate fiscal, como mostró la comisión de Hacendarios este lunes y martes al proyectar el pulso entre Gobierno y opositores para el presupuesto del 2021.
Así es como pesca de arrastre y recortes presupuestarios podrían estar vinculados también. Lo puede ver la nueva ministra de Ambiente, Andrea Meza, quien cumplió 50 días al frente de un sector que se suponía era prioritario cuando comenzó este gobierno, antes las batallas fiscales y antes de la pandemia, claro. Minería o no, de qué tipo, manejo de parques nacionales (con probables recortes), energías limpias y "monetización" del concepto de descarbonización están también en la libreta de tareas. Con la ministra Meza y una bandeja de temas "en cocción" realizamos nuestro Hablando Claro