El reporte COVID 19 del 3 de junio nos cayó encima como un balde de agua fría, con 52 nuevos contagios. Sobra decirlo: fue la jornada de mayor número de casos desde que llegó la pandemia al país y, aunque la situación sigue bajo control, la cifra constituye un recordatorio mayúsculo: el riesgo continúa.
En torno a este incremento, hay un contexto que ya adelantamos en nuestro Hablando Claro de miércoles con el ministro de Seguridad Michael Soto, pero que su colega de Salud, Daniel Salas, volvió a enfatizar: “estos nuevos casos están concentrados en ciertos distritos de la zona de norte”.
El manejo desastroso de la emergencia en Nicaragua es un factor de mucho cuidado; aunque no el único.
Los pormenores de la casuística en aumento, las medidas en la región fronteriza, los escenarios del país y la flexibilización evidente de la conducta social de distanciamiento físico nos obligan a ir más allá del llamativo número de casos reportados en un solo día. Esa tarea la hacemos con el Dr. Marco Vinicio Boza, médico intensivista que funge como vocero de la CCSS para la emergencia.