Costa Rica alcanzó en 2019 el peor déficit financiero en 40 años, a pesar de que los costarricenses pagamos más impuestos en un año en el que el PIB creció solo 2,1%, pero con la previsión de que crezca más en este 2020.
Los números de nuestra macroeconomía se mueven en la escala de grises y la manera de calificarlos depende de la propensión de ver el vaso medio vacío (como muchos costarricenses en su día a día) o medio lleno.
El presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, está en el bando de quienes ven positivo el paisaje, considerando el inestable contexto internacional y los antecedentes de la economía local entre 2017 y 2019. La desaceleración económica “tocó fondo” y ahora hay una fase de recuperación, dijo este jueves al presentar el programa macroeconómico del 2020.
Habla de un 2019 dividido en dos partes y señala un segundo semestre con resultados positivos (dentro de lo que cabe); además proyecta una mejoría del déficit, para que baje del 7% del PIB y cierre en 5,9%. Mucho depende del manejo de la deuda y de la posibilidad de acelerar una mejoría que tampoco puede ser inmediata con una reforma fiscal que, de por sí, estaba lejos de ser la solución total. Y esto no debería sorprendernos.
Con Rodrigo Cubero y los números preliminares del 2019, pero también con su proyección optimista del 2020 sin ausencia de riesgos, conversamos en Hablando Claro