Hablando positivamente, podría decirse que todo lo avanzado en la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos está ahora en compás de espera. Lo que parecía ser el signo de los tiempos en ese proceso de deshielo con Barack Obama, es incierto con Donald Trump.
E incierto podría parecer un término optimista. La semana pasada, con motivo del deceso del legendario líder de la revolución Fidel Castro, el electo republicano no se guardó las formas al afirmar que "...el mundo marca el fallecimiento de un dictador brutal que oprimió a su propio pueblo durante casi seis décadas".
En el contexto de ese inicio poco halagador para la diplomacia de ambas naciones, remató dando un aire de esperanza, al señalar que "... nuestra Administración hará todo lo que pueda para asegurar que el pueblo cubano empiece su viaje a la libertad y la prosperidad".
Habrá que esperar para saber cómo se materializan esas palabras en la nueva etapa que se avecina.
¿Volverá a prohibir los vuelos comerciales entre Estados Unidos y Cuba? ¿Regresará el endurecimiento a las restricciones para la actividad empresarial? Estaríamos ahí ante una nueva contradicción, especialmente viniendo de un hombre de negocios que tal y como lo publicó hace años la revista Newsweek, había intentado violar el embargo.
De esta nueva realidad entre Cuba y Estados Unidos y del fin de la era de los Castro que se avisora más cercana que nunca, conversamos con el periodista y ex Embajador de Costa Rica en la ONU, Eduardo Ulibarri , en Hablando Claro.
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