Las redes sociales le dan derecho a hablar a legiones de idiotas. Es ni más ni menos que la invasión de los necios. O dicho de otra forma, la exaltación del tonto del barrio elevado a nivel del sabio portador de la verdad. Lo anterior no está puesto entre comillas... a propósito. Solo para hacerlo reaccionar cuando lea este post.
Pero, en realidad quien dijo todo eso fue Umberto Eco. Un gran filósofo, escritor y profesor universitario que plantó cara al drama de internet en nuestras vidas.
El drama que significa que, seamos o no parte de una red social digital cualquiera, terminemos ahogados por la contaminación tóxica de contenidos deleznables que son capaces de sacar lo peor de nosotros mismos.
Claro que también existe, como en todo, otra cara de la moneda: la que resalta lo positivo de la utilización de las herramientas modernas de la comunicación de nuestra era para lo edificante, lo bueno de la vida; como la solidaridad, el amor compasivo y la generosidad de la que es capaz el espíritu humano.
Entonces, ¿cómo hacemos para abstraernos de las bajezas de los tontos y malintencionados que inevitablemente aparecen en las redes y quedarnos sólo con lo que pueda hacernos mejorar nuestra propia condición? Hablamos de redes sociales y convivencia con el experto en informática Luis Adrián Salazar Solís en Hablando Claro.
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