Desde este viernes está al cobro el marchamo 2020 y eso simboliza que entramos a la última curva del año. Comienza noviembre, en la parte final de un 2019 complicado para la economía nuestra total y la de cada hogar. Nos acercamos a la época de mayor consumo con eventos que no estaban en el plan anual, con un recambio en el Ministerio de Hacienda y sus consecuencias, que las hay y las habrá.
El marco internacional no es mucho más halagüeño, los bancos centrales han optado por bajar las tasas de interés y el nuestro no ha sido la excepción, a ver si la economía arranca y se acelera. Después de varios intentos en el año con la Tasa de Política Monetaria, los frutos no se ven. El dinamismo económico se nutre de la confianza y de esto hay un gran déficit. Por fortuna la inflación parece controlada abajo.
De lo que sí hay mucho es endeudamiento, tanto en lo nacional como en lo doméstico. En lo nacional, estamos a las puertas de la colocación de los eurobonos para financiar el año 2020 y continuar reacomodando la deuda antes de que llegue a la línea fatal del 60% del PIB; es parte de las tareas que reciben al ministro designado de Hacienda.
En los hogares, estamos hasta el cuello de créditos en los hogares y eso explica en parte por qué el consumo se ha frenado. El Gobierno presentó un “plan de salvamento” que no se ha salvado de críticas. ¿Se está cargando la faena sobre los hombros de los bancos públicos? En el Congreso medio avanza un proyecto de ley que limita las tasas de interés altísimas que se cobran por tarjetas de crédito, electrodomésticos o préstamos rápidos, entre otros, pero hay objeciones. Con este marco recibimos al presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero. Abundan los ángulos y las preguntas.