Foto: Katya Alvarado - Semanario Universidad.
Corría noviembre del 2012 y sin decir agua va, sin poder anticiparlo, 38 diputados votaron contra la reeleccion del magistrado constitucional Fernando Cruz Castro. Era algo inédito. Nunca antes había sucedido. En el sistema politico costarricense la reelección hasta entonces había sido automática. Aquello fue un escándalo sin precedentes porque el entonces diputado liberacionista Fabio Molina admitió que el repudio constituía un "mensaje a la Corte".
No hubo necesidad de más. A Cruz se le cobraba ser un magistrado disidente porque, entre otras sentencias, había votado negativamente el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centro América y República Dominicana.
Finalmente Cruz permaneció en el cargo porque hubo toda una moviización del Poder Judicial y de la sociedad civil y porque fue la misma Sala Cuarta la que decidió que la determinación de no reelegirlo había sido extemporánea. Es decir, no hubo una retractación política sino una resolución jurisdiccional para resolver el empaste.
Junio 2019. Una comisión legislativa recomendó la semana pasada al plenario legislativo no reelegir el próximo lunes 24 al magistrado de la misma sala Paul Rueda. ¿Cuáles razones se argumentan hoy con un expediente también limpio imposible de objetar? Aunque parezca absurdo dos sindicatos de las entrañas mismas del Poder Judicial objetan sus votos en las sentencias contra las pensiones de la Corte y el Plan de Fortalecimiento de Finanzas Públicas. Algunos diputados dicen simplemente que hay que renovar la Corte Plena, a otros les da naúseas que haya votado a favor del matrimonio igualitario desconociendo que ya el país había sido sancionado con un fallo internacional. Y los otros motivos son a decir de algunos analistas, inconfesables. Pero la verdad sea dicha, en realidad aluden a los hilos de poder entre un sector de la magistratura y algunos politicos que tienen mucho poder.
Para cualquiera que no se ocupe de estos asuntos de palacio, la reelección de un magistrado honesto y limpio de curriculum no tiene la importancia de la entrada en vigencia del IVA, la tragedia del desempleo o la inseguridad ciudadana. Y ese es uno de los problemas. Que si andamos distraídos, el momento es más que propicio para festinar alegremente las facultades constitucionales y llevarlas a excesos que pueden terminar, otra vez, en una crisis como la muy reciente del 2017, la del negociado del cemento.
Conversamos con el Presidente de la Corte Suprema de Justicia Fernando Cruz, el ex magistrado y ex diputado Carlos Arguedas y el profesor universitario Marco Feoli autor del libro "Jueces potagonistas; una redefinición de la relación entre política y justicia".