No deja de sorprender el peso que se insiste en dar desde diversos sectores a un inexistente intento oculto de legalizar el aborto en el país.
Ello que simplemente no existe, ronda como un fantasma sobre el imaginario y es alimentado constantemente; lo cual resta significado a otros de los muchos asuntos que nos agobian como la violencia doméstica, el narcotráfico, la desigualdad y por supuesto, el gigantesco desbalance de las finanzas públicas, que no son para nada ilusiones ópticas , sino realidades dificilísimas de enfrentar.
Luchando contra el fantasma el Presidente de la República, cada vez más contra las cuerdas, ya no sabe de qué manera advertir que la única y urgente prioridad hoy es la aprobación de la reforma tributaria.